Report a review

  • 5
  • Vegan@s, a vivir la vida!

El lugar es pequeño, cierto. Depende de la hora encontrarás más o menos gente de todas partes. Aun así es cómodo, con mesas grandes y sin chocar con el vecino. La comida es impresionante. La hamburguesa Black Cat, de frijoles negros, lechuga, veganesa, tomate y cebolla caramelizada es lo MEJOR que he probado. Las bravas también están exquisitas, se nota que no son congeladas y la salsa picante es de vicio. Tienen una amplia gama de cervezas veganas para elegir, además de la bebida habitual, claro, también vegana. Todo esto sale más barato que otras opciones donde no puedes sentarte y charlar. Como el sitio es pequeño podríamos pensar que hay mucho jaleo, pero no. La gente habla tranquilamente y no necesits subir la voz para que el de delante te escuche. El trato genial, amable y educado pero también cercano. Imprescindible.


Why are you reporting this review?